Terror en una tienda

Primero, agradecerles sus comentarios en la entrada anterior que fueron muy lindos y muy graciosos. Prometo que a partir de ahora los contestaré pues ya dispongo de tiempo.

A mí no me gusta comprar ropa ¡me aburre a muerte!, me molesta y me pone de mal humor; pero ¿qué se puede hacer? uno no puede andar desnudo por el mundo...aunque sí se puede, pero...¡olvídenlo!
Les contaré ahora una experiencia de "terror" de una vez que fui a comprar ropa. Todos los sucesos narrados son ciertos, cualquier parecido con la realidad es porque es real.

Esto ocurrió aproximadamente hace un año (va para dos). Me iba a graduar de bachiller y el colegio, como todo colegio religioso, iba a realizar una misa; y para ir a dicha ceremonia religiosa mi madre y mi tía me insistieron en que me comprara "algo bonito". Yo les dije que ya tenía ropa bonita y que no quería comprar nada y menos para una misa; pero dos personas pueden más que una (y eso que son más bajas que yo). Total que me convencieron, pero no me persuadieron, de ir a comprar lo que ellas ridículamente llaman "algo bonito".

Mi tía me acompañó a un centro comercial aquí en Caracas, que no nombraré, porque UNO NUNCA SABE, y entramos a una tienda de ropa que nunca, en nuestras repetidas visitas a ese lugar, habíamos visto.
Era una tienda totalmente cuadrada y llena de ropa brillante. Olía a incienso de kiwi, pues la dueña tenía un montón de esos encendidos. Al entrar, la mujer (escondida tras un montón de ropa que estaba ordenando) nos dijo: "¡Buenas tardes!". Luego miró su reloj y vio que eran las 10 am. "¡Ay, señora! Dispénseme, dispénseme, es que confundí la hora".
Mi tía le dijo que no se preocupara. La mujer se acercó a nosotras y parecía de ese estilo "New age": falda larga, llena de collares y pulseras, cabello amarillo rizado, pálida y con cara de loca.
De solo verla daba un poquitín de miedo.

Le comentamos que estábamos buscando ropa para la condenada misa, y ella se lanzó desesperada a mostrarme un montón (pero UN MONTÓN) de ropa rara y fea (bueno, a mí me parecía fea, a mi tía le gustaba). De paso, la mujer nos comentó que sus prendas venían en tallas chinas, y que por lo tanto había que agregarle dos tallas más para saber si era de la talla que uno usa normalmente (creo que fue eso lo que dijo). "¿Tallas chinas?" pensé yo. "¡Qué raro!"
Como ya dije, no me gustaba nada de lo que me mostró, pero sacó tanta ropa que prácticamente me sofocó con ella y me encerró en el probador.
Traté de probarme la ropa, pero cuando vi los precios mis manos se inmovilizaron. Mientras tanto mi tía recorría la tienda felizmente y hablaba con esa extraña mujer, que comentaba a cada segundo lo maravillosas que eran sus prendas y todo lo que vendía.

Por fin pude probarme algunas cosas y todo me quedaba horrible, y a la vez quería irme porque no me gustaba para nada ese ambiente. Salí y le dije a la mujer que no me servía o que no me gustaba, dependiendo del caso, y ella "¿Pero cómo no te va a servir? Aquí no hay tallas más grandes" (yo no le estaba pidiendo una talla más grande) "Pero ¿cómo no te va a gustar, si es precioso?". Traté de decirle a mi tía que nos fuéramos, pero ella insistía en que me probara otras cosas, pues, según ella, sí habían cosas bonitas.
La mujer regresó con otro montón de ropa más y no tuve otra opción que meterme de nuevo en el maldito probador. Me puse los nuevos modelos que me había dado y la verdad que me sentía así: (lo digo por la ropa)

I love you, Pennywise.

Mientras, afuera, la mujer seguía buscando más horripilancias para que yo me pusiera. Salí del probador para que vieran lo horrible que me quedaba y les dije "No me gusta" El rostro de la bruja vendedora se transformó "Es que te lo pusiste mal" dijo mientras trataba de acomodarme la camisa, que yo me había puesto bien.

Sinceramente, esa bruja era muy imponente y no sé, tenía como una energía rara. Sí, parecía una bruja loca de película, y ya me estaba dando miedo de verdad.

Nuevamente fui acribillada al probador con pura ropa horrenda, pero entre la espantosidad encontré una blusa "bonita" (una sola) y dije "Solo me probaré esta y les diré que sí que me probé lo demás pero no me sirvió". Yo estoy en eso, cuando oigo a la bruja saludar a un niñito que había entrado a la tienda. Al rato siento que alguien golpea la "puerta" (hecha de tela) del probador, pensé que había sido la bruja sin querer, pero luego vuelven a golpear la tela. De verdad me asusté y decidí asomarme y lo que vi fue al maldito mocoso.
Llamé a la bruja y ella vino "¡Ay, es que a él le gusta jugar ahí! Él es hijo de una de las dueñas de la tienda del frente" dicho eso, se llevó al mocoso.

Salí por última vez a decir que no quería nada y que me iba a poner mí ropa (para irme, por supuesto), y la bruja se hallaba hablando con la madre del mocoso de mierda metiche.
En cuanto le dije que me iba, la mujer me vio feísimo y comenzó como a apurarme "No recojas la ropa del probador que yo lo hago" me dijo.
Entro de nuevo al maldito probador a ponerme mí ropa, y de pronto el niño hijo de puta abre la cortina y me ve con cara de odio. Yo prácticamente grité. La inútil madre del mocoso se acerca y le dice "Papi, no. Ella se está cambiando".
Vuelvo a cerrar la tela y el maldito niño (creo que no llegaba a los 5 años) vuelve a abrirla. Ahí sí mi tía empezó a molestarse (a buena hora) y llamó a la madre del mocoso imbécil. "Fulano, si sigues haciendo eso no te voy a llevar a Mc Donald's" le dijo la mamá al mocoso de mierda. Mi tía se molestó en serio (y cuando mi tía se molesta hay que esconderse), total que la madre inútil y el mocoso de mierda se fueron.

Me puse mi ropa, al fin, y salí. La bruja nos dijo "Dispensen al niño" luego me miró fijamente y muy convencida me dijo "Es que es un nño índigo".
Yo le dije "¿No será que tiene déficit de atención?"
"¿Qué es eso?" preguntó la mujer, que de paso de dar miedo era bruta.
Yo le expliqué y luego me marché, llena de terror, asco, susto. Es que la verdad ahí había una energía rara.

¿Niño índigo? ¡JA! Niño índigo mi culo. Para mí, que he tenido que estudiar mucho sobre ese tema, eso no existe, es un invento de los padres científicos/psicólogos frustrados porque sus hijos son desobedientes y dispersos.

Decidí recrear a la bruja con el Starmaker (del juego The Movies). No conseguí el cabello adecuado, y cabe destacar que ella era más pálida, más vieja y daba más miedo:



Tiempo después, mi tía y yo volvimos al centro comercial y la tienda había desaparecido...como si nunca hubiera estado ahí... (ok, esto último es un invento para darle un poco de misterio XD)

SE ACABÓ