El último primer día de clases

Muy pronto, prontísimo en verdad, comenzaré el último semestre de mi carrera universitaria. ¿La verdad? No siento nada... o no me siento como creo que debería.
No estoy triste porque terminará la universidad, no estoy emocionada porque me graduaré. Simplemente estoy profundamente harta.
Pero antes de comenzar lo que creo que serán un montón de quejas, debo admitir que en verdad yo nunca quise ir a la universidad; nunca supe qué estudiar y mucho menos qué iba a hacer con mi vida (cosa que aún no sé y creo que nadie sabe). ¿Flojera sería? La cuestión es que siempre pensé que uno debía estudiar algo por lo que de alguna forma sintiera una especie de "pasión" o gusto. Yo no sentía nada de eso, a penas un poquito por uno de los aspectos de la carrera que estudio (y al final elegí una rama de mi carrera en la que ese aspecto no es muy usado. Y orgullosamente admito que elegí esa rama porque era la más fácil y decidí ser mediocre y tomar esa, ya que las otras dos eran más difíciles. Es curioso, la rama que elegí tiene más campo de trabajo que las otras dos, y es, como dije, la más fácil. ¡Triste!).

Desde la primera semana de clases en la universidad me sentí mal; no porque era un lugar diferente, ni por los profesores (en aquel momento), ni porque "¡Oh, por Dios, estoy en la universidad!", sino porque me di cuenta de que estaba rodeada de gente que vive en una burbuja. Gente que dice el precio de su ropa en dólares, gente que habla una especie de spanglish, gente que te mira mal solo por hacerlo, gente que choca su carro/coche/automóvil cada dos por tres y siente la necesidad de gritarlo a todo pulmón, gente que no conoce la ciudad donde vive (más allá de su casa, los bares de moda y los centros comerciales), gente que desprecia TODO, gente envidiosa que no puede soportar que el otro obtenga así sea medio punto más en un examen de una materia estúpida, gente que no puede esperar ni medio segundo después de que cometas un error para restregártelo y burlarse o hacer un comentario supuestamente sarcástico.
Creo que al decir todo eso solo pongo de manifiesto lo profundamente ingenua que soy o puedo llegar a ser. Sin embargo, sé que el mundo está lleno de gente así; pero también sé que está lleno de personas peores... y, por supuesto, de personas mejores.
Volviendo al tema. Ese tipo de ambiente no solo provenía de la gente con la que compartía/comparto clases, sino de los demás trabajadores de la universidad. Se supone que hay personas allí que deben atender al público y eso es lo que hacen, pero no de una manera agradable. La mayoría le habla a uno como si uno fuera un ser abominable y ni siquiera se dignan en mirar a la gente a la cara. Simplemente responden, de muy mala forma, a lo que se les pregunta... y la mayoría de las veces la respuesta es "No sé" o una señal con el dedo que indica que le pregunte al de al lado.
Los cinco años de carrera están por terminar y yo todavía no he logrado acostumbrarme a muchas cosas de ese ambiente que es, en su mayoría, insoportable. Pero no puedo dejar de lado las cosas buenas, como los amigos que he ganado allí, los profesores espectaculares que he conocido, las cosas realmente útiles que he aprendido, las actividades de clase divertidas y que representan un reto, y los cafés.

Mucha gente dice que la universidad es la mejor época de la vida. Yo pienso sinceramente que si esta fue la mejor época de mi vida, lo que me queda entonces es lanzarme de un puente. Espero en verdad, y trataré de que sea así,  de que esta época universitaria no haya sido la mejor (y sí termina siéndolo, eso quiere decir que nunca conseguí un trabajo bueno y que vivo bajo el puente desde el que debí saltar).

No siento felicidad por graduarme, por terminar esta etapa. Simplemente es una época más que termina; una época en la que he aprendido mucho, pero que también ha sido lamentable muchísimas veces.
Ojalá que la universidad se diera cuenta de que, a pesar de que es reconocida y de que vive comunicando sus beneficios y sus buenas labores sociales, le queda muchísimo por recorrer en lo que al entrenamiento de su personal (no todos los que dan clases) se refiere. Sigo pensando, años después de que ocurriera, que es triste que uno vaya por primera vez a pedir un libro en la biblioteca y el bibliotecario te grite, y te trate como una basura, simplemente para que le des rápido el papel que tiene escrito el nombre del libro que quieres (ese es solo un pequeño ejemplo de muchos).

Sé que debí haber escrito Universidad en vez de universidad, pero sinceramente siento que no se merece la mayúscula todavía.
No se la merece por su personal en su mayoría grosero y pedante, no se la merece por cobrar más cada semestre y no implementar mejoras realmente útiles (cinco años construyendo un edificio tan pequeño me parece bastante penoso). No se merece la U porque, a veces, parece que contratan a los profesores solo por hacerlo; seleccionan al primer o primera imbécil que cruza sus puertas para dar clases. No se la merece porque se ocupa más de mostrar al exterior lo buena universidad que supuestamente es, que de serlo realmente.

Muy pronto comenzaré mi último primer día de clases en ese lugar, pero si mañana me entero de que la universidad se quemó toda, me preocuparía por saber si me van a devolver el dinero que pagué por el semestre o si me van a hacer pagarlo tres veces más, mientras veo clases por Internet.
Digo eso porque ese es el tipo de pensamiento de esa gente. Gente que no te mira cuando hablas...

No me gusta la gente así.

Y creo que me equivoqué, sí siento algo cuando pienso que terminaré la carrera. Siento alivio.

SE ACABÓ

Comentarios

Pily ha dicho que…
Ay... pues qué te digo. El mundo laboral es PEOR, lo siento. :`(

Hace una década que sali de la Universidad, y ahora con las redes sociales he encontrado a viejos compañeros y amigos de esa etapa. A otro nunca los dejé de ver y son mis amigos más entrañables.

Después de 2 reuniones de ex compañeros, 10 años después... Terminamos hablando de las mismas tarugadas de aquél entonces.
Ahora que lo analizo, el 95% de las conversaciones se basaron en ello, y el resto a preguntarnos ¿y en que trabajas, te casaste, tienes hijos? Y tan tàn.

En cuanto al mundo laboral, es cien veces más duro que el universitario.

Mi consejo, si es que se le puede llamar así, disfruta mucho esta etapa con tus verdaderos amigos, a los demás seguramente no los vas a volver a ver. Los verdaderos profesores son los que te enseñan los conocimientos para aplicarlos en la vida real.
Todo lo aprendido o visto en la universidad raras veces lo llegas a aplicar.
Afuera, lo importante es trabajes en lo que trabajes, que aprendas rápido, lo hagas bien, te guste lo mñas posible y sepas lidiar con cuanto imbécil se te ponga enfrente.

:P He dicho¡¡¡ jejejeje

Te mando un abrazo¡
Mr. fuser ha dicho que…
Hay Amanda bonita!!! lo mismo me pasa con mi universidad, aparenta tantas cosas que por adentro esta mas podrida que un tomate en pleno desperdicio.

Lo que dicen de disfrutar la etapa no es lo que pasas dentro sino lo que pasas en tu vida personal, cuando estas en la universidad.

Buenas o malas aprendiste muchas cosas! así que nada de triste, alza tu vista y termina con toda la aptitud la escuela y cuando termines te vienes a México y aquí te consigo trabajo de lo que quieras ñ_ñ.

Cuidate Amanda, corazón de melon, un abrazo.
Pily ha dicho que…
Siiiii vente a México¡¡¡ :)
Marivl ha dicho que…
Aunque no lo creas me identifiqué con muchas cosas que dijiste, yo también no tenía idea de qué carrra estudiar y ahora ya estoy en mi último semestre de una universidad donde la mayoría de los estudiantes lamentablemente también viven en una burbuja, así que como te imaginarás sólo puedo decir que estos años fueron a lo mucho soportables en ese aspecto (extrañé mucho el colegio, ese sí lo disfruté), lo único rescatable es que hay docentes muy sabios que de verdad te enseñan cosas importantes y amigos que valen la pena.
Bueno yo también estoy aliviada por terminar y librarme de la u para siempre! jejeje Esperemos que el futuro nos depare algo mejor ;)
Saludos Amanda

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