Cosas que solo me pasan a mí: cómo atorar tu lengua dentro de tu propia boca

El título lo dice casi todo. Hoy les voy a enseñar cómo atorar sus lenguas dentro de sus bocas y así romperse el frenillo...lingual.

¿Qué es el frenillo lingual?
Pues esto:

Es una membrana que se estira con la edad. Al parecer, los que lo tienen corto tienen ciertos problemas al hablar y al comer. (¡Ven cómo importa el tamaño!)

¿Cómo me lo rompo?
Primero, tienes que tener los dientes chuecos.
Segundo, tienes que tener ortodoncia de este tipo (puedes tener o no los retenedores):

Tercero, se te tiene que atorar un pedazo de tequeño en las muelas del lado derecho inferior.
Cuarto, tienes que intentar quitar los restos, de manera disimulada y casi automática, con la lengua; porque estás en una fiesta de bodas y no puedes andar por ahí toda/o sucia/o (claro, que igual te trajiste tu cepillo de ortodoncia en la mini cartera plateada fastidiosa).
Quinto, con un poco de suerte el frenillo de tu lengua se atorará en el gancho o aleta del bracket (específicamente el que está colocado en el "segundo premolar" inferior derecho). El gancho o aleta permite colocar las ligas esas de colores ridículos que se pone mucha gente.
Sexto, correrás al baño con la lengua atorada y solo podrás decir: "Oh, mied-da. Se me atodó eta podquedía. ¡Mied-da! ¡Qué budda soy!"
Séptimo, al verte en el espejo notarás que sangras como si te hubieran sacado las cordales. Entonces procederás a intentar sacar el frenillo del gancho...con los dedos. Fracaso.
Octavo, en medio del desespero intentarás arrancar el bracket de tu muela usando los dedos. Aunque sabes que es casi imposible igual lo intentas.
Noveno, consigues un palillo de esos que van en los pasapalos/pasabocas (se lo robas a un mesonero que te ve con cara rara, pues en vez de llevarte la comida te llevas lo que la transporta a tu boca)
Décimo, vuelves al baño y con ayuda del palillo liberas tu frenillo lingual del gancho del bracket.
Décimo primero, observas tu frenillo y ves que tiene un parte blanca y un hueco. Te lavas los dientes y te vas con tu dolor y el poco, poquísimo orgullo que te queda.
Décimo segundo, esperas a que se rompa mientras duermes la segunda noche después de lo sucedido.

¿Y para qué coño me voy a romper el frenillo lingual?
Para yo no ser la única en el planeta Tierra que se lo rompió de esa manera.

Sí, tengo ortodoncia desde hace un mes.
Sí, estaba comiendo tequeños.
Sí, estaba en una boda.
Sí, llevaba un vestido, un montón de maquillaje, tacones y el cabello rizado (es decir era una versión femenina de Pennywise, aunque todo el mundo dijera que y que estaba "hermosísima")
Sí, yo fui a la fiesta a comer. Hay gente que va a bailar, otros van a comer y bailar, y otros vamos solo a comer.
Sí, soy una lambucia, pero para algo está la comida gratis.
Sí, mi lengua se atoró y el frenillo se rompió tal como describí arriba.

Cosas que solo me pasan a mí. Ni al pato Donald le ha ocurrido.
Si alguien se preocupa por mi lengua, mi voz y mi pronunciación, todo está bien. Lo único es que ya no puedo sacar la lengua al estilo Gene Simmons porque duele.
El jueves voy al odontólogo.

SE ACABÓ